El Renault Captur genera riqueza en Valladolid

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La adjudicación de un nuevo coche a los grandes fabricantes de Castilla y León suele ser una noticia cuyos beneficios trascienden a los de la propia empresa. Y esto es así especialmente en Valladolid, una provincia con un tejido industrial que depende en gran medida del estado de salud de Renault.

Cuando el año pasado se conoció que la factoría de Montaje fabricaría un nuevo modelo, algunas pymes vieron la posibilidad de recibir un balón de oxígeno que en muchos casos les podría salvar de la quiebra. Para fabricar cada uno de estos coches hacen falta más de 1.700 piezas. Pues bien, seis de cada diez proveedores son españoles y el 75 por ciento del material ‘patrio’ se fabrica en Castilla y León. Es un aspecto al que da mucha importancia Renault, dado que la proximidad de sus proveedores es un factor determinante para el coste final del producto y, por ende, para la competitividad.

Los buenos augurios de muchas empresas se cumplieron. La marca del rombo volvió a contar con las pymes locales para que fabricaran, por ejemplo, los asientos o los salpicaderos.

Una de las beneficiadas es Lamentron Ibérica, una compañía ubicada en el polígono de San Cristóbal y que trabaja exclusivamente para Renault. Antes de que empezara a fabricarse el Captur hacían el montaje integral de las ruedas del Modus y el Clio, y ahora hacen lo propio con el nuevo modelo. «Ensamblamos la llanta y el neumático, ponemos la válvula, lo colocamos en palets y lo servimos a Renault para que solo tenga que meterlo en la cadena», dice Áureo Gómez, responsable de esta compañía.

Una nueva carga de trabajo que se multiplicó con la puesta en marcha del segundo turno del Captur el pasado de 10 de junio. La buena acogida en el mercado del modelo motivó la contratación de unas 600 personas en Renault e hizo que Lamentron Ibérica también tuviera que poner un segundo turno desde el 27 de mayo. Eso sí, con números más modestos. Se hicieron ocho contrataciones para llegar a los 22 empleados.

Otra de las empresas que se ha beneficiado es Visteón, ubicada en Medina de Rioseco y encargada de fabricar el salpicadero del Captur, además de hacer la misma pieza del Volkswagen Polo y la parte superior de unos paneles para Citroën.

La llegada del nuevo proyecto a la planta de Montaje de Valladolid fue una inyección de trabajo para ellos. Según Carlos Iván García, delegado de CCOO en Visteón, el pasado mes de enero se contrataron a 70 personas para asumir esta tarea, de modo que la plantilla pasó de 170 a 240 empleados, si bien fueron contrataciones de carácter temporal. El Captur ha hecho incluso que tengan que empezar a trabajar algunos fines de semana.

Una nueva muestra de que la sombra del Captur es alargada es la empresa AEDI Ingenieros. Aunque no trabajan directamente para Renault, sí que lo hace para algunos de sus proveedores, como el propio Visteón o Faurecia. Y, evidentemente, también lo nota. Esta empresa del Parque Tecnológico de Boecillo nació en febrero del año pasado y se dedica a hacer maquinaria, utillaje de control, carros de transporte y máquinas especiales para espumado de plástico, tal y como explica su gerente, Martín Molina. «En el último año hemos facturado unos 150.000 euros, y unos cien mil están relacionados con el Captur. Se trata de una empresa pequeña, con apenas tres puestos de trabajo directos y cinco indirectos, pero que tuvo que reinventarse. «Nacimos con la intención de centrarnos en las renovables, pero, como el sector casi ha desaparecido, nos quisimos hacer hueco en la automoción».

Por otro lado, más allá de las propias piezas del vehículo, las instalaciones en las que se fabrica también dan trabajo a empresas de Valladolid. Es el caso de Industrias Maxi, «uno de los principales proveedores» de Renault, dicen. Una colaboración que ha sido especialmente estrecha en el proyecto X87 (Captur). Industrias Maxi, en el polígono El Carrascal, se ha encargado de las instalaciones del área de soldadura, pintura y montaje. La empresa «está teniendo un fuerte desarrollo en el crecimiento de la cifra de ventas y en el empleo directo generado como consecuencia de una política de diversificación y del alargamiento de la cadena de valor, pilares básicos sobre los que se estructura el plan estratégico», reconoce el director general, Miguel Frechilla.

En Laguna de Duero está instalada Johnson Controls, que produce los asientos de este modelo y de todos los que fabrica la marca francesa en Valladolid. Como en Renault, en esta empresa han tenido que poner en marcha un segundo turno y contratar a 85 trabajadores. Según comenta el director de Comunicación en Europa de la compañía, Oliver Herkert, «Johnson Controls comenzó a trabajar para Renault en Valladolid en 1996», aunque la empresa también lo hace para el resto de fabricantes líderes en todo el mundo. De hecho, su plantilla total ronda los 168.000 trabajadores, de los que 205 están en Laguna de Duero.

Otra empresa que ha notado el ‘efecto Captur’ es Proingesa, también instalada en San Cristóbal. Aunque no produce ningún componente del coche, se ha encargado de suministrar las máquinas que fabrican el paragolpes. Además, para uno de los proveedores «de primer nivel de Renault» también han diseñado y suministrado las máquinas que hacen los depósitos de combustible. «Se trata de máquinas robotizadas de mecanizado, montaje y soldadura de componentes capaces de fabricar un depósito de combustible por minuto, y dejarlo preparado para el montaje en vehículo», explica el director gerente, Ángel de Miguel.

Con la que está cayendo, este proyecto ha ayudado a Proingesa a superar la crisis. Basta con señalar que en 2010 tenía 34 trabajadores y ahora cuenta con 48. Además, en ese periodo de tiempo la facturación ha pasado de 3,7 a 5,9 millones.

Son varios ejemplos de la pujanza de la industria auxiliar del automóvil que tiene Valladolid. Una competitividad que, por lo que parece, Renault ha sabido aprovechar.

Fuente: El Día de Valladolid

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