Renault Captur, el conquistador

Kenovy21

Capturado Activo
Ubicación
Fuenlabrada, Madrid, Spain
Motor I
dCi 90 S&S eco2
Versión I
Zen
Color I
Gris casiopea + Techo negro
  • Cuenta con innumerables posibilidades de personalización
  • El sistema multimedia R-Link permite conexión a internet
  • Motor diésel 1.5 dCi de 90 CV

Que el Renault Captur se haya convertido en tan solo seis meses en líder en ventas de su categoría no puede ser fruto de la casualidad. Este crossover que emerge de la inspiración de uno de los gurús del diseño automovilístico como es Laurens van den Acker y construido sobre la plataforma del Clio, nace al amparo de un segmento en pleno crecimiento que ya ocupa cerca del 5% del mercado total en España. Pero cuáles son los argumentos que le han permitido situarse en esta posición de privilegio en tan poco tiempo.
Como se suele decir, para gustos los colores, y es que por encima del flechazo inicial que se experimenta atendiendo a la audacia de su aspecto y la relevancia de los elementos decorativos exteriores, se encuentra el acierto de sus creadores al escoger la pintura bitono como modelo de inspiración de su carácter fresco y jovial.
Curioseando en el interior se descubre además como esa imagen externa trasciende al interior para conjuntarse con el volante y la tapicería a través de packs temáticos que inciden en sus innumerables posibilidades de personalización. Propuestas que no sólo responden a necesidades estéticas sino que atienden también a su carácter polivalente ofreciendo distintas soluciones para configurar cada modelo a las necesidades y modos de uso de cada uno de sus clientes.
Y ya que hablamos de polivalencia y tratándose de Renault, la experiencia de la marca del rombo le ha permitido aunar bajo un mismo concepto
características provenientes de distintas categorías. Criterios ineludibles en un vehículo eminentemente urbano y familiar como son habitabilidad, funcionalidad, agilidad y eficacia que trascienden de lo habitual gracias a su mayor altura y una posición de conducción elevada ideal para dominar el panorama que se extiende a su alrededor.​
Su imagen compacta es fiel reflejo de unas dimensiones que apenas superan los 4 metros de largo, mientras sus cotas de anchura y altura se establecen en 1,77 y 1,57 metros, respectivamente. La altura al suelo se eleva hasta los 20 centímetros y la batalla se extiende hasta los 2,60 metros. Ello le permite albergar un espacio interior mayor de lo que aparenta por sus dimensiones ofreciendo un amplio habitáculo en el conviven sin estrecheces cinco pasajeros. Además, y si fuera necesario, la posición del asiento trasero se puede desplazar horizontalmente 16 centímetros ajustando la capacidad del maletero (377 litros) a las necesidades de carga e incidiendo en otro de sus grandes valores, su alto perfil práctico.
Y es que explorando en su interior sorprende la
cantidad de compartimentos portaobjetos entre los que sin duda se lleva la palma el gran cajón (Easy Life) con capacidad para 11 litros que sustituye a la clásica guantera. Otro detalle que se agradece son las tapicerías desenfundables (zip collection) que en caso necesario te puedes llevar a casa, lavarlas y reponerlas igual de lustrosas.
Todo ese buen feeling que destila su interior también se palpa en el diseño del panel de información y en la sencillez de la columna central de control. En ella se aloja, en la parte inferior, el climatizador y sobre este y en nuestro caso, el sistema multimedia R-Link. Este está compuesto de una pantalla táctil de siete pulgadas que incluye navegador y un amplio catálogo de aplicaciones derivadas de su capacidad para conectarse a internet. Los dispositivos de audi incluyen además mandos bajo el volante, toma USB, conexión para dispositivos externos y Bluetooth para llamar por el manos libres o escuchar la música desde cualquier reproductor externo.
Nuestra unidad de prueba está dotada del motor diésel 1.5 dCi de 90 CV, un auténtico mechero si
atendemos a la cifra oficial de consumo promedio, 3,6 litros a los 100 kilómetros equivalente a 95 g/km de CO2. Asociado a una sencilla caja de cambios de cinco velocidades, el rumor dentro del vehículo es prácticamente inexistente. Ni siquiera las típicas vibraciones asociadas a este tipo de motorizaciones hicieron acto de presencia aunque no hay que pedirle un gran sobre esfuerzo para no evidenciar cierta falta de potencia cuando el vehículo ocupa todas sus plazas y además añadimos la carga.
Sin embargo es en esas condiciones cuando las suspensiones adoptan su mejor comportamiento y se aprecia más confort. Menos peso comporta un mayor balanceo quizás para responder a esa otra faceta de ‘válido’ fuera de carretera para la que no existe ningún otro indicio que no sea su propia presencia. Quizás se echa de menos un sistema como el ‘Extended Grip’ asociado en la marca al Scenic Xmod con distintos modos de asistencia a la conducción en función de las condiciones de adherencia de la carretera.
Eso quiere decir que el Captur ya tiene su jungla particular que es la ciudad en la que se desenvuelve como pez en el agua. La posición elevada de conducción, las especiales características de la dirección y su corto diámetro de giro supone mayor agilidad y destreza y eso referido a su comportamiento es, en definitiva, lo que en realidad cuenta.
 
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