Charly DJ.
Capturado Novato
- Motor II
- Blue dCi 115 CV
- Versión II
- Zen
- Color II
- Blanco Nacarado
Hola y buenas tardes,
Me presento, soy un usuario MUY DECEPCIONADO de un precioso Renault Captur 2020 1.5 Blue dci 115 cv. Les voy a narrar mi pequeña y decepcionante historia de la ilusión de estrenar un coche nuevo último modelo de la marca Renault.
Todo comienza por la necesidad de adquirir un coche nuevo para no tener problemas, debido a que me era muy necesario para poder asistir al trabajo puntualmente día a día, yo disponía de un coche viejo con 250.000 km.,y empezaba a darme algún problemilla pero nada más lejos que de los problemas que me ha ocasionado mi nuevo Captur 2020.
En primer lugar, lo saco del concesionario, después de haberme camelado con la financiación, el tiempo extra de garantía, y como no el seguro, que me prometieron que esto se regalaba con la compra del coche nuevo, sorpresa la mía que cuando me dan los papeles de la financiación veo que me cobran todos estos servicios añadidos a mi capital financiado del vehículo, pero no contentos con ello, me añaden una gran infravaloración de mi vehículo antiguo. Pero bueno, todo esto hubiera dado igual si mi vehículo nuevo no hubiera sido un quebradero de cabeza.
Salió del concesionario ya con una tara en el asiento trasero, pero me dicen que no pasa nada que eso con el uso desaparece, bien “aceptaremos barco como animal acuático”, me marcho feliz con mi nuevo Captur flamante, a los dos días empieza la electrónica a hacer cosas raras con el coche en marcha, se apagan las pantallas de instrumentos, se reinician los parámetros, configuración y datos del ordenador de abordo se ponen a valor 0, pero vale, serán cosas de ordenadores. Claro, pero resulta que este problema se repite durante los siguientes días durante el uso de mi nuevo coche, que era para no tener problemas, lo llevo al concesionario y no tenían ni idea de por donde meterle mano, en realidad no habían hecho la formación para asistir a este vehículo, empiezan que si un fusible, que si la batería. Total, “mil historias y milongas” porque no tenían ni idea de que le pasaba al coche, bueno no solucionan el problema y esperan a una actualización del fabricante para solucionarlo, total me solucionan medianamente el problema al año y meses de tener el coche con los quebraderos de cabeza que ello conlleva.
No obstante, durante ese periodo de tiempo me sustituyen la guantera por mal funcionamiento, como no, sustituyen la batería por descargarse prematuramente y también sustituyen la bomba del embrague por mal funcionamiento. ¡Vaya por dios!, me digo a mi mismo, que mala suerte tengo dios mío, no será tan malo el coche, bueno le daré un voto de confianza, la mala suerte no dura siempre.
Al poco tiempo, después de dos años de calvario con el coche empieza a saltarle la laca del anagrama delantero, y digo, no puede ser, otra vez con historias con el coche, total me dicen que el año extra de garantía que yo pagué no cubre desperfectos estéticos si no solo problemas mecánicos, otra cosa de la cual no me informaron al contratarlo. En fin, al final el jefe de taller que era una excelente persona, me lo soluciona sin ningún coste.
No contentos con las peripecias pasadas, cierran el concesionario de mi ciudad que es por lo que había adquirido el vehículo allí, simplemente por servicio, y me quedo sin servicio Renault en una ciudad de más 30.000 habitantes.
A los tres años y cuatro meses después de adquirir el vehículo (pasan cuatro meses del año extra de la garantía contratada), tengo un problema con la detección del nivel de ADBLUE de mi coche nuevo, lo llevo al taller de confianza de mi ciudad, debido a que han quitado el concesionario, y me indican que el coche no tiene ninguna avería, sino que pide una actualización y ellos no se la pueden realizar debido a que Renault lo tiene limitado a sus concesionarios. Lo llevo en grúa al concesionario en Valencia, debido a que me pillaba cerca del trabajo y nada mas entrar, lo primero que sale de la boca del recepcionista es que no pude atenderme por que no tengo cita previa, y yo con el coche averiado fuera y a 35 km de casa. Después de tensas conversaciones, me aceptan el vehículo sin plazo para la reparación, pero no contento, lo segundo que me dice el recepcionista es, que son 90 euros por el diagnostico, repare o no repare, claro no hay mas remedio que reparar y me indica que son 90 euros la hora. ¿Así quien tiene que acudir al concesionario cuando hay que hacer reparaciones fuera de garantía?
Como no tengo más remedio le digo que adelante con la reparación. Me llaman a los cinco días para que pase a por el coche que esta solucionado y, claro, lo que me indicaron en mi taller de confianza, que no tenía avería el coche, simplemente era cargarle una actualización, por la cual me cobraron 3 horas de trabajos en mi coche. Yo puedo entender que el coche estuviera tres horas conectado descargando la actualización, que lo dudo, pero de ahí a que un operario haya estado las tres horas de trabajo que me facturan pendiente de mi coche ya no me lo creo. Total, un asalto y robo por parte de Renault, por educación no les llame ladrones, ya que el software no debería fallar sin tener ninguna avería física, solo se debería actualizar cuando hay cambios físicos o por mejoras en las revisiones.
Bueno, ya tengo coche de nuevo, pero no acaba aquí la historia, los tres meses de haber tenido el ultimo percance, ocurre “la gota que colma el vaso”, primer fin de semana de tan esperadas vacaciones, durante un desplazamiento corto, nos deja tirados en la carretera a mi esposa y a mí, durante tres horas esperando la grúa debido a que era periodo vacacional y los servicios eran reducidos, otra vez el coche nuevo al taller de confianza por que estando fuera de garantía no se lo que me habría facturado Renault después de la anterior experiencia.
En mi taller de confianza no encuentran explicación a lo ocurrido, examinan el coche y tiene el motor de arranque quemado sin explicación alguna, claro que también tenía fundidos los fusibles que van al positivo de la batería, por lo cual tienen que sustituir también la bornera. Montan el motor y la bornera he intentan arrancar el coche, pero el motor se para cada vez que lo arrancan. Siguiente paso, comprobar inyectores, sorpresa los inyectores están bien, pero la cámara de inyección está llena de aceite, por lo tanto, las sospechas van directamente al turbo. Y salió el problema, el turbo había partido el eje por la parte de la admisión, claro previo haber desmontado medio coche para poder acceder a sacar el turbo en cuestión. El turbo irreparable, turbo nuevo original de Renault, después de haber invertido una escandalosa cantidad de horas de trabajo entre montaje, limpieza y pruebas. Se termina de arreglar el coche, lo probamos y funciona mejor que nuevo, pero que ocurra esto en un coche de tres años y medio y 80.000Km. es lamentable y una estafa por parte de Renault.
No voy a decir la cantidad de dinero que ha supuesto la reparación cobrando las horas de trabajo a 35 euros, no a 90 euros que las cobra Renault.
Bueno, después de tantas decepciones con este coche y con el pésimo servicio postventa de Renault he decidido venderlo y utilizar un coche de 20 años para poder acudir al trabajo debido a que no dispongo de dinero para poder adquirir otro vehículo, pero lo que si tengo claro que no será un Renault.
No recomendaría Renault ni a mi peor enemigo, ni coche, ni red de servicio post venta.
Firmado: Un Cliente Muy Insatisfecho.
Me presento, soy un usuario MUY DECEPCIONADO de un precioso Renault Captur 2020 1.5 Blue dci 115 cv. Les voy a narrar mi pequeña y decepcionante historia de la ilusión de estrenar un coche nuevo último modelo de la marca Renault.
Todo comienza por la necesidad de adquirir un coche nuevo para no tener problemas, debido a que me era muy necesario para poder asistir al trabajo puntualmente día a día, yo disponía de un coche viejo con 250.000 km.,y empezaba a darme algún problemilla pero nada más lejos que de los problemas que me ha ocasionado mi nuevo Captur 2020.
En primer lugar, lo saco del concesionario, después de haberme camelado con la financiación, el tiempo extra de garantía, y como no el seguro, que me prometieron que esto se regalaba con la compra del coche nuevo, sorpresa la mía que cuando me dan los papeles de la financiación veo que me cobran todos estos servicios añadidos a mi capital financiado del vehículo, pero no contentos con ello, me añaden una gran infravaloración de mi vehículo antiguo. Pero bueno, todo esto hubiera dado igual si mi vehículo nuevo no hubiera sido un quebradero de cabeza.
Salió del concesionario ya con una tara en el asiento trasero, pero me dicen que no pasa nada que eso con el uso desaparece, bien “aceptaremos barco como animal acuático”, me marcho feliz con mi nuevo Captur flamante, a los dos días empieza la electrónica a hacer cosas raras con el coche en marcha, se apagan las pantallas de instrumentos, se reinician los parámetros, configuración y datos del ordenador de abordo se ponen a valor 0, pero vale, serán cosas de ordenadores. Claro, pero resulta que este problema se repite durante los siguientes días durante el uso de mi nuevo coche, que era para no tener problemas, lo llevo al concesionario y no tenían ni idea de por donde meterle mano, en realidad no habían hecho la formación para asistir a este vehículo, empiezan que si un fusible, que si la batería. Total, “mil historias y milongas” porque no tenían ni idea de que le pasaba al coche, bueno no solucionan el problema y esperan a una actualización del fabricante para solucionarlo, total me solucionan medianamente el problema al año y meses de tener el coche con los quebraderos de cabeza que ello conlleva.
No obstante, durante ese periodo de tiempo me sustituyen la guantera por mal funcionamiento, como no, sustituyen la batería por descargarse prematuramente y también sustituyen la bomba del embrague por mal funcionamiento. ¡Vaya por dios!, me digo a mi mismo, que mala suerte tengo dios mío, no será tan malo el coche, bueno le daré un voto de confianza, la mala suerte no dura siempre.
Al poco tiempo, después de dos años de calvario con el coche empieza a saltarle la laca del anagrama delantero, y digo, no puede ser, otra vez con historias con el coche, total me dicen que el año extra de garantía que yo pagué no cubre desperfectos estéticos si no solo problemas mecánicos, otra cosa de la cual no me informaron al contratarlo. En fin, al final el jefe de taller que era una excelente persona, me lo soluciona sin ningún coste.
No contentos con las peripecias pasadas, cierran el concesionario de mi ciudad que es por lo que había adquirido el vehículo allí, simplemente por servicio, y me quedo sin servicio Renault en una ciudad de más 30.000 habitantes.
A los tres años y cuatro meses después de adquirir el vehículo (pasan cuatro meses del año extra de la garantía contratada), tengo un problema con la detección del nivel de ADBLUE de mi coche nuevo, lo llevo al taller de confianza de mi ciudad, debido a que han quitado el concesionario, y me indican que el coche no tiene ninguna avería, sino que pide una actualización y ellos no se la pueden realizar debido a que Renault lo tiene limitado a sus concesionarios. Lo llevo en grúa al concesionario en Valencia, debido a que me pillaba cerca del trabajo y nada mas entrar, lo primero que sale de la boca del recepcionista es que no pude atenderme por que no tengo cita previa, y yo con el coche averiado fuera y a 35 km de casa. Después de tensas conversaciones, me aceptan el vehículo sin plazo para la reparación, pero no contento, lo segundo que me dice el recepcionista es, que son 90 euros por el diagnostico, repare o no repare, claro no hay mas remedio que reparar y me indica que son 90 euros la hora. ¿Así quien tiene que acudir al concesionario cuando hay que hacer reparaciones fuera de garantía?
Como no tengo más remedio le digo que adelante con la reparación. Me llaman a los cinco días para que pase a por el coche que esta solucionado y, claro, lo que me indicaron en mi taller de confianza, que no tenía avería el coche, simplemente era cargarle una actualización, por la cual me cobraron 3 horas de trabajos en mi coche. Yo puedo entender que el coche estuviera tres horas conectado descargando la actualización, que lo dudo, pero de ahí a que un operario haya estado las tres horas de trabajo que me facturan pendiente de mi coche ya no me lo creo. Total, un asalto y robo por parte de Renault, por educación no les llame ladrones, ya que el software no debería fallar sin tener ninguna avería física, solo se debería actualizar cuando hay cambios físicos o por mejoras en las revisiones.
Bueno, ya tengo coche de nuevo, pero no acaba aquí la historia, los tres meses de haber tenido el ultimo percance, ocurre “la gota que colma el vaso”, primer fin de semana de tan esperadas vacaciones, durante un desplazamiento corto, nos deja tirados en la carretera a mi esposa y a mí, durante tres horas esperando la grúa debido a que era periodo vacacional y los servicios eran reducidos, otra vez el coche nuevo al taller de confianza por que estando fuera de garantía no se lo que me habría facturado Renault después de la anterior experiencia.
En mi taller de confianza no encuentran explicación a lo ocurrido, examinan el coche y tiene el motor de arranque quemado sin explicación alguna, claro que también tenía fundidos los fusibles que van al positivo de la batería, por lo cual tienen que sustituir también la bornera. Montan el motor y la bornera he intentan arrancar el coche, pero el motor se para cada vez que lo arrancan. Siguiente paso, comprobar inyectores, sorpresa los inyectores están bien, pero la cámara de inyección está llena de aceite, por lo tanto, las sospechas van directamente al turbo. Y salió el problema, el turbo había partido el eje por la parte de la admisión, claro previo haber desmontado medio coche para poder acceder a sacar el turbo en cuestión. El turbo irreparable, turbo nuevo original de Renault, después de haber invertido una escandalosa cantidad de horas de trabajo entre montaje, limpieza y pruebas. Se termina de arreglar el coche, lo probamos y funciona mejor que nuevo, pero que ocurra esto en un coche de tres años y medio y 80.000Km. es lamentable y una estafa por parte de Renault.
No voy a decir la cantidad de dinero que ha supuesto la reparación cobrando las horas de trabajo a 35 euros, no a 90 euros que las cobra Renault.
Bueno, después de tantas decepciones con este coche y con el pésimo servicio postventa de Renault he decidido venderlo y utilizar un coche de 20 años para poder acudir al trabajo debido a que no dispongo de dinero para poder adquirir otro vehículo, pero lo que si tengo claro que no será un Renault.
No recomendaría Renault ni a mi peor enemigo, ni coche, ni red de servicio post venta.
Firmado: Un Cliente Muy Insatisfecho.